sábado, 2 de abril de 2016

Elecciones 2006

Y que te creías ¿Qué estas elecciones del 2016 son muy diferentes? Nada. Acá también salimos de un triste gobierno que empezó como salvador, pero acabó en escándalos (el del "cholo sano y sagrado": Alejandro Toledo) que llegó a tener un 6% de aprobación. Durante su último año, el presidente "despareció" para no fregarla más y poder aumentar su popularidad y así, su partido tenga chances para blindarlo en el congreso, aunque solo consiguió dos escaños. Bueno, veamos como empezó este circo, donde parecía que todos tenían un pensamiento común: Si Toledo pudo, nosotros ¿Por qué no? Así, hubo 24 candidatos, un récord histórico de postulantes, hasta Alberto Fujimori lanzó su candidatura desde Japón, pero fue tachado.



La líder de las encuestas era Lourdes Flores por Unidad Nacional (PPC, Solidaridad Nacional y Renovación), seguida por el expresidente Valentín Paniagua del Frente de Centro y por Alan García quien, con el logan de "un cambio responsable", quería limpiar su imagen del primer gobierno y cobrarse la revancha de la elección anterior. También postuló Martha Chávez por el fujimorismo y el pastor evangélico Humberto Lay (la "sorpresa" de la elección). Pero el outsider fue, sin duda, el comandante Ollanta Humala, quien había sido agregado militar en Corea y París durante el gobierno y representaba al "movimiento bolivariano" del venezolano Hugo Chávez. Ante este discurso radical, la izquierda se atomizó: Susana Villarán, Javier Diez Canseco y Alberto Moreno (Patria Roja) fueron cada uno por su lado. Así llegamos a la primera vuelta con una "gran sorpresa".



¿Qué pasó? El discurso "antisistema" de Ollanta Humala empezó a tener muchos adeptos (sobretodo en el sur del país) por el mensaje de un gobierno con mano dura, estatizante y antidemocrático. Ante esto, los medios de comunicación empezaron a atacarlo, pero esto originaba un efecto contrario, ya que le hacía subir más puntos. Alan García, al darse cuenta que los electores se habían inclinado hacia posiciones de izquierda, empezó a demoler permanentemente a Lourdes Flores, quedando en la memoria la famosa frase: "Es la candidata de los ricos" y la llego a tumbar por poquito (60 mil votos) aunque con muchas sospechas de fraude, ya que los resultados demoraron varias semanas en anunciarse e incluso el propio Ollanta la saludó, además de los otros candidatos. Extrañamente, Alan García no lo hizo, manifestando que esperaría los resultados oficiales. Mientras tanto, Lourdes denunciaba que se habían entregado votos de Unidad Nacional a otro candidato (votos golondrinos). Así empezaba el show de la segunda vuelta, entre el cuco del Chavismo estatista y la vuelta del nefasto Aprismo populista.







Así llegamos al día de la elección, que ya se había calentado lo suficiente en el debate con más ataques que propuestas; lo que benefició al candidato aprista quien esquivaba astutamente los ataques hacía su primer gobierno volcándolas hacia su oponente, además de proponer medidas populistas (renegociar contratos, bajar sueldos a funcionarios, más escuelas y universidades, políticas contra el libre mercado, etc.) y acusando al candidato Humala de ser un "salto al vacío" que se focalizaba en el pasado, porque no tiene propuestas de futuro. Ollanta, por su parte, no deslindaba del chavismo venezolano lo cual, junto a su imagen militarista que reivindicaba la dictadura de Velasco Alvarado y con un plan de gobierno nacionalista-estatista, ocasionaron que no consiguiera muchos adeptos para la segunda vuelta.





Increíble, volvía a ser elegido el presidente del peor gobierno de nuestra historia (85-90). En su discurso indicó que el único derrotado fue el presidente venezolano Hugo Chávez, quien había manifestado apoyar a Humala y amenazaba con romper relaciones diplomáticas, si García era elegido. A diferencia de su primer mandato, Alan no tenía mayoría en el parlamento, ni amplio apoyo popular y sabía que tendría fuerte oposición; por eso empezó a vender la imagen del "presidente estadista", captando 4 millones de votos más que en la primera vuelta. El partido de Lourdes, la tercera fuerza política de ese entonces, manifestaba que votarían con la nariz tapada, escogiendo al mal menor: Alan García, en vez de la radical, autoritaria e improvisada imagen que mostraba Ollanta Humala. Ahí estuvo la clave de la victoria, el proyectar la idea de ser el candidato concertador y continuador de las políticas de crecimiento económico; lo cual realizó de manera irregular, con escándalos ligados al narcotráfico y a la violencia institucionalizada, pero esa... ya es otra historia.



viernes, 1 de abril de 2016

Elecciones 2011

Cuando empieces a leer este blog; nuestro país está a punto de salir de un gobierno que ilusionó a muchos, pero decepcionó a todos; el del comandante Ollanta Humala Tasso, quien pasará a la historia de nuestro país con el apodo de "cosito"; ya que hay demasiados indicios de que es su esposa, Nadine Heredia, quien realmente tiene el poder. Bueno, así empezó la historia de este mandato, con las elecciones de primera vuelta en aquel lejano año 2011.



Luego del circo, que durante meses daba como favorito a Castañeda Lossio (lo habían reelegido como alcalde de Lima) este tuvo el error de centrarse en las obras del municipio, sin hablar de política ni de los cuestionamientos que se le hacían, ganándose la chapa de "el mudo". Esto fue aprovechado por Alejandro Toledo, quien hizo trabajo de "hormiga" en las provincias, desplazando a Castañeda del primer lugar. El fujimorismo, luego del fracaso del 2006, apostaron por la empeñosa e inexperta hija del ex-presidente: Keiko, como figura de unión del partido; hundiendo al alcalde en el tercer lugar y eso que ya estábamos en Enero. Pero Toledo, en vez de rematar su campaña en provincias, quiso captar el "voto perdido limeño", dejando la cancha libre a Ollanta Humala (el outsider), sobre todo en el sur radical. En Marzo, Keiko y Ollanta seguían de subida, igual que PPK y ya se rumoreaba que entre los tres estaría la batalla. Ante esto, Vargas LLosa dejaría una frase para el recuerdo: "Votar por Keiko u Ollanta es como escoger entre el cáncer y el sida".



De esta primera vuelta, se sacaron dos lecciones. Primero, la influencia de las redes sociales (los famosos ppkausas) que con unas semanas más, podrían haber dado otro panorama ya que quitaron votantes a Castañeda y a Toledo. También, sorprendió el pase de dos tipos de autoritarismos: el Fujimorista y el Chavista que, en ese momento, apoyaba a Humala. Para captar votos, Ollanta cambia su plan original, llamado "la gran transformación", por una "carta de compromiso" y luego, por la famosa "hoja de ruta". Además contó con la asesoría de Favre, su nexo con el gobierno brasileño. Así, cambió el discurso radical por uno concertador y dejó el polo rojo, por uno blanco. También aprovechó la fuerte polarización entre fujimorismo y antifujimorismo, lo que originó que muchos intelectuales (sobretodo, Mario Vargas Llosa, quien ganó el premio nobel un año antes y se proclamó garante del plan de Ollanta) le den su apoyo. Así, se cambió las políticas económicas del socialismo duro chavista, por posturas socialdemócratas con tintes keynesianos. Keiko, por su parte, no dio mayores cambios, manteniendo el programa tecnócrata y populista del fujimorato junto a la vieja cúpula de su partido, que se mantenía desde la época de su padre; recibiendo el apoyo de PPK y Castañeda.



Las redes volvieron a hacer presencia con marchas organizadas por los novedosos colectivos, el más famoso fue el No a Keiko (luego de la elección, los dirigentes trabajaron para el gobierno de Humala) y páginas creadas para atacar a ambos bandos. Así llegamos al debate, en un clima de alta polarización y trapitos sucios traídos del pasado: Autogolpe, Capitán Carlos, etc.



Y llegó el día. Era una tarde algo fría, pero con mucha gente en las calles porque las encuestas daban resultados muy cercanos, a diferencia del 2006, en el cual Ollanta, al no cambiar su discurso pro chavista, ocasionó que el margen sea muy amplio.



Y así, el Perú eligió a su último presidente, en un ambiente de esperanza por un lado y desesperanza por el otro. La juramentación estuvo llena de escándalos, con el presidente y sus vicepresidentes jurando por otra constitución (ahora los tres ni se pueden ver) y congresistas provocándose mutuamente. Ollanta ganó las elecciones representando a la alianza GANA PERÚ que la conformaba el Partido Nacionalista junto a varios partidos de izquierda como el Partido Comunista Peruano, el Partido Socialista del Perú, el Partido Socialista Revolucionario, el Movimiento Político Voz Socialista y el Movimiento Político Lima para Todos. Esta alianza se rompió rápidamente, pero esa... es otra historia.